Hôtels au Liban

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Pour profiter pleinement du Liban, les meilleures périodes pour voyager sont le printemps et l'automne, surtout si vous voulez éviter la chaleur intense de l'été, qui peut dépasser les 30°C. Le printemps est idéal pour explorer des sites historiques tels que Baalbek et vous immerger dans la nature dans toute sa splendeur. En automne, vous apprécierez des températures plus douces, oscillant entre 20 et 25°C, parfaites pour les activités en plein air.

Tout au long de l'année, vous pouvez participer à des festivals célébrant la riche culture libanaise, tels que le Festival Al-Bustan au printemps et le Festival de Baalbek en été. En ce qui concerne les coûts, la haute saison est généralement en été, lorsque les prix des hôtels et des vols peuvent augmenter considérablement. Cependant, au printemps et en automne, il est plus facile de trouver des disponibilités et des offres abordables.

Si tu idea es experimentar el encanto del Líbano sin gastar una fortuna, es mejor comenzar a hacer tus reservas tres meses antes de la fecha de tu viaje. El verano, especialmente julio y agosto, es la temporada alta y los hoteles en áreas populares como Beirut, Hamra o Ashrafieh se llenan rápidamente. Reservar con anticipación durante estos meses garantiza obtener mejores precios y más opciones para elegir.

Además, es importante tener en cuenta el calendario de festivos del país. Eventos como el Día de la Independencia o el Eid al-Fitr son ocasiones en las que los precios pueden aumentar significativamente y encontrar un buen alojamiento puede ser muy difícil. Si prefieres evitar multitudes y precios altos, sería mejor no viajar en estas fechas.

En conclusión, si buscas un equilibrio entre buen clima y precios asequibles, la temporada intermedia (justo antes de que comience el verano o justo después de que termine) es el mejor momento. Los precios de los hoteles son más moderados y aún es posible disfrutar de una experiencia completa en el Líbano.

Líbano es una joya de Oriente Medio y hay mucho más que ver además de la popular Beirut. Entre los lugares imprescindibles se encuentran las ruinas de Baalbek, algunas de las más impresionantes del mundo romano. Pero te invito a explorar más allá de las zonas turísticas tradicionales.

Si buscas una experiencia natural, el Valle de Qadisha es majestuoso. Es uno de los valles más profundos del mundo y ofrece una amplia variedad de senderos para hacer senderismo. Y si quieres disfrutar de los deportes de invierno, las montañas de Mzaar son el lugar perfecto para esquiar o hacer snowboard.

En cuanto a los destinos religiosos, no puedes perderte la Gruta de Jeita, un conjunto de cuevas de piedra caliza que forman una catedral subterránea natural. O visita Harissa, donde la estatua de Nuestra Señora del Líbano ofrece vistas espectaculares.

Y si buscas cultura y gastronomía, Tripoli es imprescindible. Menos concurrida que Beirut, pero con un impresionante zoco y deliciosas ofertas culinarias. No te pierdas probar el falafel, el kibbeh y, por supuesto, el baklava.